11 marzo, 2008

Querida amiga:

Estoy cansado, cansado de lo mismo. Has sido durante mucho tiempo, demasiado tiempo, amiga, lo conoces todo de mí y compartido mis sueños; confesora, has presenciado mi vida, mis pecados, virtudes y defectos y no me has impuesto penitencia alguna por todo ello, quizás si pero no puedo reprochártelo; amante, has dormido junto a mí cada una de mis noches, sin pedir nada a cambio, solo que no te dijera esas palabras mágicas de amor. Sabes que éstas están guardadas en un pequeño cajón junto a mis sueños y anhelos.

Pero todo tiene un fin, un San Martín como dijo aquel. Por eso, porque no podemos seguir juntos este camino, es demasiado recto, demasiado fácil, demasiado doloroso.

Por todo esto espero que llegue el momento preciso para levantar nuestras copas llenas de licor y tristeza para brindar por nosotros, por nuestros destinos entrelazados que llegan a su fin, porque nuestra separación sea la encrucijada que marque nuevos destinos desconocidos para nuestras vidas, porque entonces, en ese instante, habré encontrado un resplandor que alumbre donde tu no alcanzabas a llegar.

Un brindis por ti, por mí, por nosotros, digámonos adiós vieja amiga. Hasta nuestro próximo encuentro. Búscame donde sirven copas con sabor a beso de despedida. Allí estaré.

Hasta nunca querida Soledad.

07 marzo, 2008

Reflejos de color de plata

Más reflejos, estos, de luz plateda. Hay quien puede pensar que bajo el brillo gris de noches oscuras es frío. Nada más lejos, es el brillo más cálido que pude encontrar entre tanta sombra. Naufragando en solitarias noches, frías calles, sensaciones vacías es el alivio que un corazón destrozado necesita: luz de luna entre las sombras.
Esperando, como la chica triste de la parada del autobús a la que no le llegaba su destino, a que alguien venga a hacerme compañia en este sitio de luces y sombras, donde no todo es lo que parece ser ni deja de ser lo que prentende, o como aquella que esperaba bajo la brisa nocturna de una luna llena que entre tanto rumor se distinga la llamada que tanto tiempo anhela encontrar.

Mejor perderser entre brumas y brillos que entre espesas nieblas de incomprensión.