03 julio, 2008

Mientras voy cayendo

No importa el cuándo y ni tampoco el cómo de mi caída. Sólo sé el dónde, desde muy alto. Al final de la caída veo un reflejo, sé lo que es, es el espejo que refleja mi caída, acercándome inexorablemente la imagen del impacto. Como alguien dijo una vez, supongo que sabes que debajo no hay red. 2 posibles destinos aguardan mi llegada al fondo. No sé cuál me aterra más.

Uno es que me rompa en mil pedazos junto con el espejo que hace de meta, convirtiéndome en parte de los pequeños trozos de lo que fueron mis sueños y mis pesadillas. Partes inconexas de mi vida esparcidas sin orden entre miles de vagos y difuminados reflejos de lo que en realidad fueron.

El otro es que la meta de esta caída se funda conmigo, dejándome al otro lado del espejo. Dónde nadie me ve, donde las sensaciones se enfrían hasta desaparecer, haciéndome insensible a lo que ocurre al otro lado de la fría frontera que es el cristal de mi espejo. Cicatrizando las viejas y nuevas heridas, cerrando las grietas en mi corazón de piedra.

No me apetece ninguno de estos destinos.

Pero algo, mientras voy cayendo, aparece. Una última cornisa, un último aliento. Es tu abrazo, es tu cariño. Es un reflejo, es otro. No es el que me espera al final del vertiginoso descenso. No, no es frío, no es metálico, no sabe a derrota. Es el brillo de aquello que te hace especial, es el reflejo de mi esperanza en tus ojos.

Todo ha acabado, no llegué al fondo. No vi terminar mi caída. Te encontré a mitad de ella.

Gracias.

11 marzo, 2008

Querida amiga:

Estoy cansado, cansado de lo mismo. Has sido durante mucho tiempo, demasiado tiempo, amiga, lo conoces todo de mí y compartido mis sueños; confesora, has presenciado mi vida, mis pecados, virtudes y defectos y no me has impuesto penitencia alguna por todo ello, quizás si pero no puedo reprochártelo; amante, has dormido junto a mí cada una de mis noches, sin pedir nada a cambio, solo que no te dijera esas palabras mágicas de amor. Sabes que éstas están guardadas en un pequeño cajón junto a mis sueños y anhelos.

Pero todo tiene un fin, un San Martín como dijo aquel. Por eso, porque no podemos seguir juntos este camino, es demasiado recto, demasiado fácil, demasiado doloroso.

Por todo esto espero que llegue el momento preciso para levantar nuestras copas llenas de licor y tristeza para brindar por nosotros, por nuestros destinos entrelazados que llegan a su fin, porque nuestra separación sea la encrucijada que marque nuevos destinos desconocidos para nuestras vidas, porque entonces, en ese instante, habré encontrado un resplandor que alumbre donde tu no alcanzabas a llegar.

Un brindis por ti, por mí, por nosotros, digámonos adiós vieja amiga. Hasta nuestro próximo encuentro. Búscame donde sirven copas con sabor a beso de despedida. Allí estaré.

Hasta nunca querida Soledad.

07 marzo, 2008

Reflejos de color de plata

Más reflejos, estos, de luz plateda. Hay quien puede pensar que bajo el brillo gris de noches oscuras es frío. Nada más lejos, es el brillo más cálido que pude encontrar entre tanta sombra. Naufragando en solitarias noches, frías calles, sensaciones vacías es el alivio que un corazón destrozado necesita: luz de luna entre las sombras.
Esperando, como la chica triste de la parada del autobús a la que no le llegaba su destino, a que alguien venga a hacerme compañia en este sitio de luces y sombras, donde no todo es lo que parece ser ni deja de ser lo que prentende, o como aquella que esperaba bajo la brisa nocturna de una luna llena que entre tanto rumor se distinga la llamada que tanto tiempo anhela encontrar.

Mejor perderser entre brumas y brillos que entre espesas nieblas de incomprensión.


15 febrero, 2008

Para Otros Como yo...

Otro 14 de febrero, otro día más. ¿Acaso existe diferencia? Días señalados en almanaques de cartón como los días en los que te debo de amar y los demás... simplemente ámame tu.

Esperé con entusiasmo que a nadie se le ocurriera regalarme crisantemos para San Valentín, ya hay demasiados como yo...


Otros como yo

Hoy he visto en mi trozo gris de cielo
un triangulo con un ojo en su interior
me hizo un guiño, salude con el pañuelo
son insondables los caminos del señor.

y mientras rezo
un faisán de mal agüero
alza el vuelo, va a por otros como yo
alza el vuelo, va a por otros como yo.

He leído en mi parte del espejo
el mensaje que escribiste para mi:
"Alguien vino a regalarte crisantemos
en el día de San Valentín"
Suena lejos
el rumor de un violonchelo
fuego lento para otros como yo
fuego lento para otros como yo.

He pintado mi trozo de almohada
del color de la desilusión
con mi navaja de cachas nacaradas
he afilado el último rayo de sol.

Sospechaba
que el tren que yo esperaba
iba lleno de otros como yo
iba lleno de otros como yo.

Letra y música J I LAPIDO
Editada con 091 en "
Tormentas imaginarias" (1993)
"
Ultimo concierto" (1996)

Y no, tampoco recibí rosas de invernadero ni cartas de amor escritas en ordenador.

"Te amé el 14 de febrero, tambíen el 13 y el 15 y el 1 y el 31 y los días en los que ni siquiera llegaste a conmoverme y paralizarme. También los días y las noches en los que no te conocía y los días que te conocí"

P.D. Un San Ballantines con Cola se digiere mejor

12 febrero, 2008

Brillo...

...en tus ojos. Brillo casi material, tal vez del mismo del que se hacen los sueños. Sueños dulces. Dulces como tus labios de color vida. Vida que se me escapa al rozarlos.


...en tus labios. Brillo cálido, como los abrazos de tu cuerpo. Tu cuerpo cálido. Cálido como el perfume que de él mana. Perfume que me embriaga.

... en tu pelo. Brillo celeste, como luz azul, como suave seda. Suave como tu piel.

... en tu sonrisa. Brillo alegre, como la dulce melodía que despega de tu boca sin hacer ruido, en silencio, flotando levemente hasta mi alma.

Un recuerdo...
quizás un anhelo...
quizás un sueño...
quizás un quizá.

O tan sólo un reflejo en este juego de espejos.

05 febrero, 2008

Nota de prensa


Esta es la nota de prensa que se abre hueco en los medios de comunicación:

Nuevo disco de José Ignacio Lapido.

Abril es el mes elegido para la edición de Cartografía, nuevo disco de José Ignacio Lapido.

Los nuevos temas han sido grabados con la banda que acompaña habitualmente a Lapido en sus conciertos (Víctor Sánchez, Raúl Bernal, Popi González y Paco Solana) y suponen una nueva vuelta de tuerca en la dilatada trayectoria del que fuera guitarrista y compositor de 091.

Será editado por Pentatonia Records, sello que Lapido creó para dar salida a su anterior trabajo, "En otro tiempo, en otro lugar".

"Cartografía" es el quinto disco enla carrera en solitario del granadino y las canciones incluidas en él serán el eje central de la gira de presentación que iniciará a finales de abril.

Management y contratación: LIZARD MUSIC Telf. 629837821


01 febrero, 2008

Menciones II

Gracias compañera por la información, parece que EVAM forma parte de un grupo de personas que siguen deleitándonos con sus textos. Así que aqui dejo el nuevo sitio (siempre con su aceptación):

El Artista del Alambre. De nuevo vuelvo a sumirme entre palabras y melodías. Ya le dejaré un comentario.

24 enero, 2008

Menciones

Unas menciones a otros blogs y webs de los que me he alimentado:

Manzanas Azules de una gran admiradora del Maestro y colega profesional y compañera de la lista. Miriam G.

El Poeta Eléctrico, la web no oficial de Lapido (pero como si lo fuera también) creada por el "Gran Paco", un tipo que nos ha reunido a muchos "lapidianos" y amantes del rock en y ha conseguido hacer que nos conozcamos sin pasar por la aduana de vernos las caras. Moderador de la mencionada lista. Y unos saludos para todos los miembros.

El vertiginoso Atleta Moral, para mí, un gran sitio. Historias conmovedoras y melodías hechas palabras, lástima que no siga escribiendo.

Y cómo no, gracias a las letras de
J.I. Lapido, tanto en solitario como en 091. Que pueden hacerte sentir pesimista ante el mundo o revelarte contra lo triste del mismo.

Gracias.


"Llevo tatuado amor y odio en los nudillos"

23 enero, 2008

Inicio de los reflejos.

Reflejado, ¿en un espejo? En canciones.

Canciones que le mostraban a uno rincones escondidos de uno mismo, sitios
recónditos del alma que, por azar, por descuido o simplemente por predeterminacíon, se alojan fuera de los límites de la consciencia.

Hablo de aquel que, sentado en la
barra del bar de siempre, levanta su copa y mira al techo a la salud de tiempos mejores o tal vez a la de tiempos mejores que han de llegar. Como compañeros de tertulias, una sombra, tal vez la suya o la de un recuerdo, y un cenicero humeante.

Siempre puede terminar encontrándole un lado positivo a esas canciones tan tristes que suele escuchar. ¿No es cierto?